Esta entrada la realizo por un ejercicio que hemos hecho hoy en clase de TIC promovido por le punto del tema que ha explicado hoy la profesora llamado "Alfabetización digital y ciudadanía crítica".
El ejercicio consistía en elegir en el momento un objeto con el que nos sintiéramos identificados. Por suerte, el objeto con el que me siento identificada es un colgante que casi siempre llevo conmigo y que más adelante os mostraré. Os sorprendería lo que un simple objeto, con el que vosotros os sentís identificados, puede decir de vuestra persona y que no siempre es verdad. La profesora nos lo ha mostrado con tres ejemplos.
En primer lugar, Alba nos ha mostrado su objeto, una alianza de plata. Los demás la hemos descrito con adjetivos tal y como creemos que es por su objeto, lo que nos dice de ella. Los adjetivos que han salido son "comprometida", "casada", "egoísta", "sentimental", "fiel", materialista". A continuación ha desmentido alguno de esos adjetivos, y corroborado otros.
En segundo lugar, Ana Belén nos ha mostrado su llavero de Harry Potter. El primer adjetivo que salió fue "friki", acompañado de "infantil", "mágica", "siniestra", "soñadora", entre otros.
Y por último Carlos nos mostró su pendiente. Esto desató mucha polémica porque uno de los adjetivos fue "afeminado".
Es fácil juzgar a una persona por los objetos que lleva, o por la manera de vestir, o simplemente por mostrarnos algo con lo que se siente identificado. Desde que nacemos ya nos educan en torno a los prejuicios, incluso, en la definición de mujer y hombre en google nos viene una imagen en la cual ya nos imponen cómo debemos ser, vestir e incluso llevar el pelo.
Por eso, cuando nos vamos haciendo mayores, solemos encasillar a la persona sólo por su imagen y la mayoría de las veces no nos damos la oportunidad de conocerlas cuando casi siempre nos llevamos una sorpresa.
Esta tarea deben realizarla los padres al igual que el colegio. Deben enseñarnos a no juzgar con antelación aunque es imposible no dejarnos llevar por lo que vemos, pero que eso no sea lo único que nos condicione.
En mi caso el objeto que he elegido es mi colgante con el símbolo del Yin-Yang.
Este colgante tiene un valor sentimental para mí, ya que es un regalo de una persona especial. Me siento identificada con él, sobre todo con la parte del Yin, que es la parte negra, que es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. Aunque también tiene algo de la parte de Yang, ya que son complementarias y la otra parte pertenecería a la persona que me ha regalado el objeto.
Al mostrar este objeto y explicar el porqué pienso que me definirían como una persona introvertida, reservada, oscura, bipolar y con carácter. Y en el aspecto positivo pienso que me definirían como una persona directa, sincera, amigable, sentimental, y detallista.
Pienso que este objeto me define mucho porque aunque en verdad sea una persona reservada y algo introvertida, con el tiempo, cuando voy conociendo a las personas suelo ser extrovertida y nada reservada pero para ello tengo que tener cierta confianza. Además soy una persona con carácter, sincera, a veces demasiado y que también tengo algo de la parte blanca como puede ser empática, sensible, aunque parezca una persona dura.
Por otro lado, el valor sentimental es porque la persona a la que pertenece el Yang, la parte blanca, aunque es opuesta en muchos aspectos me complementa y me hace ser como soy.
Los objetos dicen mucho de nosotros aunque no lo creamos y lo importante no es lo que piense la gente sobre ti, sino que los que de verdad te conozcan y sepan como eres en realidad. Deberíamos darnos cuenta que las opiniones ajenas no deben afectarnos, cada uno es como es y no tenemos por qué agradar a nadie.
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