martes, 15 de marzo de 2016

¡El rosa también es color de niño!

Como no vamos a ser una sociedad que discrimina si desde que nacemos nos encasillan en los estereotipos. Nada más nacer si eres niña, la habitación rosa, la ropa rosa, naranja, lila, todos los colores menos el azul, que es "color de niño". Es automático, si vemos a un bebé vestido de azul, es un niño, no puede ser de otra manera.

Lo mismo pasa con los juguetes, miles y miles de muñecas diferentes exclusivamente para niñas, cocinitas, fregonas, cepillos...que ese es otro tema, ya desde pequeña nos inculcan que las mujeres son las que hacen esas tareas, que pocas madres conozco que les compren a sus hijos el cubito y la fregona.

Nuestra sociedad es así, la hemos educado desde pequeña. Pocas niñas juegan con coches, motos, camiones, muñecos de acción o un balón, eso no es aceptable por mucha población ya que jugar con juguetes de niños hacen que sean "machungas". Lo mismo pasa con los chicos, la imagen que da a la sociedad un niño que juega con muñecas, cochecitos, cocinitas...que hasta sus propios compañeros y amigos lo tachan de "mariquita" y lo excluyen, porque a ellos les han enseñado que jugar con esos juguetes no es propio de los niños, porque jugar con muñecas es menos masculino.

Otro ámbito en el que debemos acabar con los estereotipos es en los deportes. Desde pequeños los niños el fútbol, las niñas baile, ballet...Mi experiencia en cuanto a este ámbito ha sido un poco desagradable. Desde pequeña me ha gustado el fútbol y no por eso dejo de ser menos femenina que las demás chicas, es más, me considero igual o más que muchas de ellas.

Podría poner miles y miles de ejemplos de este tipo, ya que todavía nos seguimos rigiendo por los estereotipos, pero ¿Cómo queremos fomentar la igualdad si no la erradicamos desde abajo?

Hay que darle a los niños la autonomía suficiente para decidir qué quieren hacer, con qué quieren jugar o qué deporte quieren practicar, y aunque no sea el "adecuado" que debe desempeñar según esta sociedad, debemos apoyarlos y hacerles saber que estamos ahí para ellos. Seguramente después de esa elección, no equivocada, sino diferente a la que toman los demás, sean excluidos, pueden incluso hasta ser objeto de burla, pero gracias a esos niños que hacen lo diferente, la sociedad puede cambiar su visión.

Debemos educar en valores, todos podemos hacer todo, ningún trabajo es exclusivamente para los hombre ni viceversa. Todos podemos desempeñar todo, jugar con todo, practicar todo tipo de deporte y aunque también a los niños, primero debemos educar a las personas mayores y los adultos que son los que más han sido educados con estos estereotipos.

¡No por ser niña tengo que ir de rosa!


No hay comentarios:

Publicar un comentario